Plasma Rico en Factores de Crecimiento


Introducción

El plasma rico en plaquetas (PRP) fue dado a conocer por primera vez por M. Ferrari, en 1987, como un componente autólogo utilizado en una cirugía cardiaca a corazón abierto con la intención de disminuir el sangrado y, por ende, el consumo de productos para transfusión homóloga . El PRP se define como una fracción de plasma obtenido de sangre autóloga que tiene una concentración de plaquetas superior a la del plasma en condiciones basales. Debe su interés terapéutico al papel reparador de las plaquetas, específicamente a los factores de crecimiento liberados por sus gránulos. 

Existen múltiples variables que influyen en el efecto del PRP sobre la cicatrización de una herida, entre ellas la concentración plaquetaria, el tipo de lesión y la condición médica del paciente.
Rodríguez, Palomar y Torrez (2012) comentan que el estudio de los factores de crecimiento junto con el descubrimiento de su liberación por parte de las plaquetas ha conducido al desarrollo de un concentrado de plaquetas autólogo, útil para estimular la proliferación y la diferenciación celular en aquellos tejidos donde esto es requerido, tal y como sucede en las heridas y procesos de regeneración de los tejidos, o para luchar contra la involución celular que tiene lugar con el envejecimiento.
El PRP se define como una fracción de plasma obtenido de sangre autóloga que tiene una
concentración de plaquetas superior a la del plasma en condiciones basales. El PRP contiene no solo un alto nivel de plaquetas, sino también de los factores de crecimiento que son secretados activamente por las plaquetas. Además, el PRP también es rico en proteínas que actúan a nivel de la adhesión celular (fibrina, fibronectina, y vitronectina), por lo que proporciona el soporte estructural necesario para la migración celular, y para la proliferación y crecimiento tridimensional de los tejidos sobre los que actúa.
                                        
PRP tiene efectos no solo directamente sobre las células diana para los factores de crecimiento, sino también como matriz extracelular para la estimulación de la reparación y/o regeneración del tejido de un modo global

Existen diferentes protocolos para la obtención de PRP, de acuerdo a cada sistema y cada autor. Existen, incluso, kits desechables para este propósito. Algunos autores presentan dos centrifugados, otros simplemente uno, y existe una amplia variación en cuanto a los tiempos de centrifugado, como lo expresan diferentes investigaciones.
En el caso de la obtención por "técnica cerrada", el método empleado deberá seguir las instrucciones descritas en cada sistema comercial. Citar como ejemplos los sistemas de Extracción de Plaquetas GPS III®, de BIOMET®, y de BTI®. Básicamente y aunque con pequeñas variaciones, los pasos serían los siguientes: extraer la sangre del paciente y disponerla en tubos aditivados y aptos para introducir en una centrifugadora concreta; la sangre debe centrifugarse inmediatamente tras la extracción y sin haber sido refrigerada; equilibrar la centrífuga y hacer girar la sangre estableciendo los parámetros (velocidad y tiempo) según lo propuesto por el fabricante; extraer las fracciones adecuadas según lo indicado y, por último, extracción de PRP siguiendo las normas del proveedor (resuspender las plaquetas y extraer PRP con la jeringa adecuada). Toda la manipulación de los dispositivos hay que realizarla asépticamente, siguiendo los protocolos de operación aséptica de cada centro de trabajo, para minimizar las posibilidades de contaminar las fracciones de plasma obtenidas. (Moreno, R.  Carreño, C.M et. al, 2015 p. 131)
A continuación, se describe la técnica abierta de obtención que, a partir de menores volúmenes de sangre y un equipamiento sencillo, permite obtener una mayor concentración de factores de crecimiento.
Durante mi practica quirúrgica e implantología utilizo dos técnicas de obtención del plasma rico en plaquetas y factores de crecimiento.

Es importante considerar que toda la manipulación de los dispositivos hay que realizarla asépticamente, siguiendo los protocolos de operación aséptica de cada centro de trabajo, para minimizar las posibilidades de contaminar las fracciones de plasma obtenidas

1.- El método de:  Alcaraz J, Oliver A, Sánchez-Jusana M, Lajara J.
Para la obtención de sangre se usó un sistema cerrado mediante Vacutainer® conectado a un tubo de 3.5 mL con EDTA. Se utilizó acceso venoso antebraquial con aguja de 20 G. El procedimiento de obtención del PRP consistió en una centrifugación única de la muestra de sangre durante 30 minutos a 3,500 rpm con centrifuga de eje angular de 16 tubos serie CEMCON 2, según la técnica descrita por Alcaraz y su grupo en 2015 y micropipeteado de la fracción proteínica rica en factores de crecimiento plaquetario-plasmático y celular mediante técnica abierta en condiciones de asepsia en campana de flujo laminar horizontal grado A, a temperatura de 22ºC

2.- El método de:  Moreno, R. Gaspar, C.M. Jiménez, T.J. Alonso,  V.  López, S.P.
La sangre se recepciona en tubos estériles con citrato sódico al 3,8% como anticoagulante. Se centrifuga a 3.200 revoluciones por minuto (rpm) durante 15 min. El resultado son aproximadamente 2-3 ml de plasma enriquecido en plaquetas con concentraciones variables.
Dicho plasma se centrifuga de nuevo durante 8 minutos a 1.800 rpm, a temperatura ambiente. Posteriormente, las fracciones obtenidas del plasma se separan mediante pipeteado muy meticuloso para no crear turbulencias.
Se comienza a pipetear desde arriba, pero la fracción más importante es la última:
− Fracción 1 –PPGF–: Los primeros 500 microlitros (0,5 ml.) es un plasma pobre en plaquetas y, por lo tanto, pobre en factores de crecimiento.
− Fracción 2 –PGF–: Los siguientes 500 microlitros corresponderán a un plasma con un número de plaquetas similar al que tiene la sangre periférica.
− Fracción 3 –PRGF–: La fracción de plasma más rico en plaquetas y factores de crecimiento son los 500 microlitros que se encuentran encima de la serie blanca
Con una pipeta de 500 microlitros se aspira la fracción 1 y se traslada a un tubo estéril, previamente etiquetado, donde se reunirá todo el PRGF, repitiéndose el proceso con todos los tubos procedentes de la centrifugación. Con la misma pipeta (diferente punta estéril), se aspira la fracción 2 de todos los tubos y al igual que con la fracción 1, se lleva a otro tubo estéril etiquetado, que contendrá entonces, un plasma con una concentración de plaquetas similar a la de la sangre periférica (PGF). Para la fracción 3 se realiza un pipeteado más cuidadoso, con una pipeta de 100 microlitros, para evitar las eventuales turbulencias que se puedan producir, y de este modo no aspirar los hematíes ni la serie blanca. Se repite este proceso 5 veces, colectándose lo obtenido en un tercer tubo estéril y etiquetado, el cual contendrá el PRGF. El volumen de plasma que se obtiene tras la centrifugación varía ligeramente de un individuo a otro, obteniéndose volúmenes diferentes de cada fracción.

Por lo tanto, se debe contar siempre desde la serie blanca hacia arriba, y de obtenerse más plasma, éste será PPGF, cuyo volumen puede variar entre 1 y 2 ml. Así, si tenemos 4,5 ml de sangre, 1 ml de PRGF, 1 ml de PGF y el resto PPGF.
Todo el proceso se realiza con técnica estéril, aséptica, ya que el PRP se introduce en el organismo humano. Dada la falta de estudios bien diseñados sobre la estabilidad de los distintos componentes del PRP se considera que entre la extracción de la sangre y la administración del PRP (ya preparado) no pasen más de 45 minutos.

3.- Método de:  Valadez, X.L. Báez, J. R. Hernández, J. C. Torres, H.S. Tenopala, V. Canseco, A.
Se realizó limpieza de la zona de punción de la vena cefálica con alcohol isopropílico para obtención de una muestra sanguínea de con un sistema vacutainer con citrato de sodio como anticoagulante, se someten a centrifugado  de 1200 rpm, dos ciclos de centrifugado de 8 minutos cada uno.  Un centrifugado inicial a 1800 rpm por 8 minutos seguido por un segundo centrifugado sólo del plasma obtenido a 1800 rpm por 8 minutos.






El proceso de regeneración tisular
La regeneración de los tejidos duros y blandos tiene lugar mediante un complejo de eventos a nivel celular y a nivel molecular que son regulados por proteínas de señal, en un proceso biológico que, hoy por hoy, aún no ha sido caracterizado en su totalidad, pero en el que las plaquetas juegan un papel capital y decisivo.
La activación plaquetaria en respuesta al daño tisular y vascular provoca la formación de un tapón plaquetario y un coágulo hemático cuyas funciones son la consecución de la hemostasia, y la secreción de proteínas biológicamente activas involucradas en el proceso de curación tisular. Estas proteínas, los denominados factores de crecimiento, son secretadas básicamente por la estructura plaquetaria, pero no de manera exclusiva, pudiendo ser producidas también por células varias como es el caso del fibroblasto.


Conceptos generales sobre la cicatrización de heridas
Hay 3 etapas distintas pero solapadas en el proceso de cicatrización: la inflamatoria, la proliferativa y la de remodelación.

La inflamatoria es la respuesta inicial a la lesión tisular, de ahí que el objetivo inicial sea proporcionar una rápida hemostasia y comenzar la cascada de reacciones que lleven a la regeneración del tejido. Cuando la sangre sale de los vasos lesionados, se forma un hematoma llenando el espacio tisular con plaquetas, que juegan un papel clave. Los factores de crecimiento y las citoquinas se liberan principalmente por las plaquetas, pero también por otras células, dando lugar a la migración, proliferación y diferenciación celular, y a la síntesis de la matriz extracelular. La red de fibrina del hematoma funciona como una matriz provisional para mantener un andamiaje delespacio regenerativo y permitir la migración y proliferación celular.
La segunda fase, o fase de proliferación, es la fase de cicatrización propiamente dicha. El tejido necrótico es eliminado y reemplazado por tejido vivo, que es el específico de cada entorno tisular (hueso, cartílago, tejido fibroso). Las células madre mesenquimales llevan a cabo la diferenciación a osteoblastos, fibroblastos, condrocitos y otros tipos de células en función de los requerimientos del tipo de tejido a regenerar.
Los factores locales como el perfil de factores de crecimiento y citoquinas, las hormonas, los nutrientes, el pH, la presión parcial de oxígeno y el entorno eléctrico y mecánico condicionan la diferenciación adecuada.

La fase final es la de remodelación, y se caracteriza por la reorganización y adaptación del nuevo tejido generado para parecerse lo máximo al tejido original. Los cambios producidos incluyen una reducción de la densidad y vascularidad celular, la eliminación del exceso de matriz reparada y la orientación de las fibras de colágeno de la matriz reparada hacia las líneas de fuerza de máxima tensión. Esta etapa final de la cicatrización puede requerir años para completarse.

                                 

Mecanismo de acción del plasma rico en plaquetas y factores de crecimiento
Moreno, R. Carreño, C.M et. al (2015) El PRP debe su interés terapéutico al papel instrumental decisivo de las plaquetas en el proceso de curación y reparación de una herida tisular. Se distinguen 3 fases: inflamación, proliferación y remodelado, en las que intervienen todos los Factores de Crecimiento (FC) contenidos en el PRP. Las plaquetas juegan un papel importante al funcionar como vehículo portador de FC y de otras proteínas contenidas en sus gránulos alfa. Estas sustancias, serán concentradas y depositadas en el lugar de la herida, exponiendo y orientando un concentrado fisiológico de proteínas que va a intervenir acelerando y favoreciendo el proceso de reparación y regeneración.
El PRP desempeña un potente papel osteoinductor, capaz de acelerar la consolidación de fracturas o de osteointegrar rápida y eficientemente distintos tipos de implantes óseos. Cabe señalar que el PRP tiene cabida en otros campos: cirugía dental y maxilofacial, ortopedia, otorrinolaringología, cirugía plastia, neurocirugía y periodoncia.
Los Factores de crecimiento contenidos en el plasma rico en plaquetas se relacionan en la siguiente tabla. Entre otras encontramos las siguientes proteínas:
- TGF-β: FC transformativo beta.
- FGF-b: FC fibroblástico básico.
- PDGF: FC derivado de las plaquetas.
- VEGF: FC del endotelio vascular.
- CTGF: FC tejido conectivo.
- EGF: FC epidérmico.
- IGF-I: factores de crecimiento insulínico tipo I.

De este modo se utilizan las plaquetas como fuente exógena de factores de crecimiento que actúan estimulando la actividad de las células óseas y células epiteliales.
Los gránulos α de las plaquetas
Los gránulos α de las plaquetas contienen numerosas proteínas que influyen poderosamente en la cicatrización de las heridas. Entre ellas el factor de crecimiento derivado de las plaquetas (PDGF) (que incluye los isómeros β 1, y  β2, ), el factor de crecimiento transformante (TGF)-β (que incluye los isómeros β1 y β2), el factor plaquetario 4 (PF4), la interleuquina (IL)-1, el factor angiogénico derivado de las plaquetas (PDAF), el factor de crecimiento endotelial (VEGF), el factor de crecimiento epidérmico (EGF), el factor de crecimiento endotelial derivado de las plaquetas (PDEGF), el factor de crecimiento de células epiteliales (ECGF), el factor de crecimiento insulina like (IGF), la osteocalcina, la osteoconectina, el fibrinógeno, la vitronectina, la fibronectina y la trombospondina (TSP)-1.
Estas proteínas, denominadas proteínas secretoras, componen las familias de los factores de crecimiento, citoquinas y quimioquinas.

Las proteínas secretadas por los gránulos  α también juegan un papel en la defensa celular ante agentes exógenos en el lugar de la herida, mediante la producción de proteínas de señal  que atraen a los macrófagos. Además, el PRP contiene un pequeño número de células leucocitarias que también contribuyen a la defensa celular mediante la síntesis de interleuquinas que intervienen en la respuesta inmune inespecífica.
Las plaquetas empiezan a secretar activamente estas proteínas en los 10 minutos siguientes a la formación del coágulo, completando la secreción de más del 95% de los factores de crecimiento presintetizados en el plazo de 1 hora. Tras esta salva inicial de proteínas liberadas, las plaquetas sintetizan y secretan proteínas adicionales mientras se mantienen vivas (entre 5 y 10 días). Cuando empieza a disminuir la influencia directa de las plaquetas, los macrófagos que llegan arrastrados por el torrente vascular estimulados por las plaquetas asumen la responsabilidad de la regulación de la cicatrización secretando sus propios factores.
De esta forma, las plaquetas, en última instancia, establecen la pauta en el lugar de reparación
de la herida. Las principales proteínas secretadas por las plaquetas activadas influyen en muchos aspectos de la cicatrización:
• PDGF es quimiotáctico para macrófagos; PDGF, TGF- e IGF actúan colectivamente en la quimiotaxis y mitogénesis de las células madre y de los osteoblastos, en la angiogénesis de los nuevos capilares, en la formación de la matriz ósea, y en la síntesis del colágeno; PDGF y TGF- también participan en la mineralización ósea.
• Como grupo, las proteínas adhesivas fibrinógeno, fibronectina, vitronectina y TSP-1 participan en la formación del trombo y algunas también parecen tener propiedades mitogénicas.

Referencias bibliográficas

Arcuri A. (2013). Plasma rico en plaquetas. Recuperación de tejidos con factores estimulantes de crecimiento autólogos. Buenos Aires: Amolca; 2013. p. 7-10
Alcaraz, J. Oliver, A . Sánchez, J.M Lajara, J. (2015). Concentraciones de factores de crecimiento en plasma enriquecido con plaquetas, leucocitos o eritrocitos. Estudio descriptivo de 75 pacientes. Rev Hematol Mex. 16. Obtenido desde:  http://www.medigraphic.com/pdfs/hematologia/re-2015/re154h.pdf
Moreno, R. Gaspar, C.M. Jiménez, T.J. Alonso,  V.  López, S.P. (2015). Técnicas de obtención del plasma rico en plaquetas y su empleo en terapéutica osteoinductora. Farm Hosp. 39 (3). Obtenido desde: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1130-63432015000300002
Rodríguez, F.J Palomar G. A   García, D. J. (2012). Plasma rico en plaquetas: fundamentos biológicos y aplicaciones en cirugía maxilofacial y estética facial. Revista Española de Cirugía Oral y Maxilofacial. 34 (1). Obtenido desde: http://scielo.isciii.es/pdf/maxi/v34n1/original2.pdf

Valadez, X.L. Báez, J. R. Hernández, J. C. Torres, H.S. Tenopala, V. Canseco, A. (2016). Método óptimo para la obtención de plasma rico en plaquetas en el Servicio de Clínica del Dolor del CMN 20 de noviembre ISSSTE. Rev. Soc. Esp. Dolor . 23 (4). Obtenido desde: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1134-80462016000400003

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